VIVI




La esperanza es lo último que se pierde. Esta frase que suena a tópico pero que es tan cierta. Gracias a estos días que he compartido con uno de los seres más bonitos que pueden existir, he comprobado y aprendido el valor de tan importante frase. 

Después de casi 3 días de cuidados intensivos y de demostrar que ha sido una luchadora, Vivi me ha dejado. Supongo que su destino ya estaba marcado y yo he querido alargar algo que era inevitable, ahora me queda el sentimiento contradictorio de si hice bien, ya que quizás haya alargado su sufrimiento. Pero le he dado todo el cariño del mundo, no he dormido durante estos días, no he sabido separarme ni un segundo, si ella empeoraba yo empeoraba con ella, si ella se activaba yo desprendía felicidad. Ha hecho que haya sentido tantas sensaciones y con tanta intensidad que no me lo creo. ¿Cómo iba a separarme de ella? Viendo un ser tan increíble y con esa cara de inocencia y bondad tan pura... He hecho lo que he podido y espero que hayas sentido el calor y el amor que se te arrebató tanto a tí como a tus hermanitos nada más nacer. Ahora estáis juntitos y eso me hace feliz. 
En estos días quiero desconectar, no contestaré mensajes, quiero tiempo de retiro y meditación. Eso sí, volveré con más fuerza y experiencia. 

Ésto me ha hecho recapacitar, he estado a punto de tirar la toalla, pero no se lo merecen... Tengo claro qué quiero hacer y que quiero seguir compartiendo momentos agridulces con los seres que comparten la Tierra con nosotr@s.  


Verónica García Cabanillas

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